Fue encontrada abandonada en una parcela, junto con otros tres perros, la persona que les atendía había fallecido y ellos habían quedado allí sin ninguna atención.
Después de unas semanas, uno de ellos murió, otros dos fueron adoptados, y Rubí era una incógnita, tenía una lesión de vértebras lumbares, fue tratada y aunque no recuperó la movilidad de las patas posteriores, sus muestras de alegría, energía y la ausencia de dolor abrió la posibilidad de darle un tiempo de vida rodeada de cariño.
Puede extrañar el ver a un animal con una prótesis inventada, pero esta perra a pesar de su edad y dificultades ha demostrado sus ganas de vivir. Y así está en una casa residencia, querida y feliz, su mirada lo dice todo.
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