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Amatxi, un bonito nombre para una podenca que ya mayor, tiene que soportar lo que es un cáncer, un cáncer de mama, que en los perros puede llegar a ser tan terrible como en los humanos si no se trata.

Abandonada y recogida en una protectora, con signos evidentes de un serio problema en las mamas, las tenía ya a punto de ulcerarse. Esta situación exigía una rápida actuación, el veterinario aconsejó una recesión de las cadenas mamarias.

Fue evidente por su vigor físico y vitalidad que merecía intervenir. Efectivamente, aunque hubo que hacerlo en dos operaciones y a pesar de la dureza de las intervenciones, se encuentra perfectamente en una casa de acogida, feliz y dispuesta a vivir muchos años. No hay más que ver las fotos que mostramos.